Riesgos específicos y medidas preventivas en el Sector Metal

Radiaciones


Las radiaciones son ondas electromagnéticas o corpusculares emitidas por determinadas materias. Se dividen en ionizantes y no ionizantes.
Dentro de la clasificación de NO IONIZANTES se encuentran las radiaciones infrarrojas, las ultravioleta, las microondas y las radiofrecuencias.


Radiaciones infrarrojas: Son ondas térmicas emitidas por un cuerpo a determinada temperatura. No penetran profundamente en la piel, pero su efecto de calentamiento sobre el organismo puede producir serios trastornos. Este tipo de radiaciones se dan con frecuencia en la industria metalúrgica y del vidrio. En estos casos es preciso proteger al trabajador mediante pantallas anticalóricas, ropa de protección de material reflectante en incluso, trajes especiales refrigerados por aire.

 

Radiaciones ultravioleta:
Casi todo el mundo está familiarizado con los efectos de estas radiaciones, pues son capaces de producir irritaciones graves sobre la piel y los ojos cuando se toma el sol sin protección.
En la industria, el principal foco de este tipo de radiaciones es la soldadura por arco eléctrico. Por este motivo, el soldador y sus ayudantes deben protegerse con un vestuario adecuado que cubra las partes de piel expuestas, especialmente la cara y los ojos.

 

Radiofrecuencias y microondas: Se aplican en el campo de las telecomunicaciones y en calefacción y calentamiento por alta frecuencia.
Al incidir sobre medios biológicos, éstos absorben parte de la radiación transformándola en calor.
Estas radiaciones, en el campo de las altas frecuencias tienen un gran poder de penetración en los tejidos biológicos, siendo los órganos más afectados el sistema nervioso central, el circulatorio y las glándulas endocrinas. Asimismo, pueden alterar el ritmo cardíaco y el funcionamiento del aparato digestivo.
El segundo tipo de radiaciones son las IONIZANTES, que se caracterizan porque al incidir sobre la materia tienen la capacidad de robar electrones de los átomos que la constituyen (fenómeno de ionización); se dividen en ondulatorias y corpusculares.

 

Las radiaciones ionizantes son, por ejemplo, las producidas por el rádium, los rayos X, los reactores o pilas atómicas y los cuerpos reactivos.
Hace algunos años, las radiaciones ionizantes se aplicaban principalmente al uso médico (rayos X). Hoy las radiaciones ionizantes se aplican cada vez más en la industria y se considera que son peligrosas por su capacidad carcinógena.

 

Sin embargo, si se adoptan las debidas medidas de seguridad, los efectos nocivos de las radiacione son evitables:

 

– Instrucción a los trabajadores sobre normas de protección tanto individual como colectiva.

 

– Reconocimientos médicos específicos.

 

– Aislamiento de las sustancias radiactivas.

 

– Control de la exposición y dosis recibidas.

 

– Higiene personal esmerada.

 

– Prohibición absoluta de fumar, beber o comer en los locales de trabajo.

 

– Ventilación por aspiración en los locales de trabajo.

 

Ruido

 

Podemos definir el ruido como un sonido no deseado, molesto e intempestivo; una sensación sonora desagradable que en determinadas situaciones puede causar alteraciones físicas y psíquicas.
El ruido se produce cuando estamos ante una impresión acústica formada por una o varias frecuencias con una intensidad generalmente elevada.
La frecuencia se expresa en hertzios (Hz) o ciclos por segundo. La persona siente los ruidos tanto más agudos cuanto mayor es su frecuencia.
La intensidad del ruido se mide en decibelios (dB)A y varía desde los 0 (dB)A hasta los 140 (db)A.

 

Para poder mantener una conversación a una distancia normal (un metro), el nivel de ruido no debe ser superior a 60-70 decibelios (A). Si no se consigue entender lo que dice otra persona hablando normalmente a un metro de distancia, se puede sospechar que el ruido es excesivo.

 

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